Las dietas no sirven


Hace un tiempo, llegó a mis manos una información qua la que llamaré "liberadora" y quiero compartirla con ustedes porque sé que será así para muchas de ustedes también.
 
Sucede que, gracias a Dios, nunca tuve problemas de sobrepeso, soy delgada naturalmente, puedo comer lo que sea y no subo de peso. Sin embargo, mi hija mayor y mi esposo, luchan con ese mal a pesar de que no comen como se pensaría al verlos. No se imaginan la pena que me daba mi hijita de 7 años, tener que "cuidarse" de comer lo que los chicos comen por ser chicos!... me partía el alma. Oraba, y pedía al Señor que me guíe y diga qué tenía que hacer,  si llevarla al doctor especialista y le haga los análisis que necesite o psicóloco porque derrepente algo emocional la llena de ansiedad y eso la hace engordar, en fin, pensaba mil cosas; hasta que llegó a mis manos un libro! me lo dio una amiga... y quiero compartir lo más resaltante para entender la auténtica razón de que estén gordos y qué hacer al respecto.
 
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Ahí van algunos fragmentos:
 
Empecemos por aclarar esto: ¡no estás gordo porque comas demasiado! No eres débil ni perezoso ni te das demasiados caprichos; tampoco eres indisciplinado ni ninguno de los típicos estereotipos de la “gordura” que son, a un tiempo, debidos a la ignorancia y reprensibles. Estás gordo porque tu cuerpo

quiere estar gordo...
Lo primero que tienes que entender es que tu cuerpo tiene la capacidad de obligarte a engordar —si, por alguna razón, quiere estar gordo— de la misma manera que tiene la capacidad de obligarte a respirar. Tu cuerpo tiene incorporados ciertos programas genéticos de supervivencia diseñados para obligarte a engordar o aferrarte a la grasa siempre que crea que hacerlo te ayudará a seguir vivo. A estos programas yo los llamo programas FAT. Los programas FAT están diseñados básicamente para convertir tu cuerpo en una máquina de almacenamiento de grasas.
En realidad, FAT [en inglés, gordo, grasa] son las siglas de “Fa- mine and Temperature” (Hambruna y Temperatura). En nuestro pasado lejano, era una ventaja que estos programas estuvieran en marcha. Durante las hambrunas y durante la edad de hielo, tener un exceso de grasa en el cuerpo te ayudaba a conservar la vida, así que entró en juego un mecanismo de supervivencia mediante el almacenamiento de grasa. Las embarazadas también tienen sus programas FAT en marcha, para hacer que aumenten el peso que necesitan para nutrir a un feto en crecimiento. Estos programas son comunes a todos los mamíferos. Por ejemplo, los animales que hibernan tienen activados sus  programas FAT en los meses que preceden al invierno, a fin de forzarlos a aumentar de peso tanto como sea posible.
Aunque hoy la mayoría de nosotros ya no tenemos que preocuparnos por cosas como las hambrunas, estos programas FAT continúan siendo parte de nuestra herencia genética. El problema es que, a veces, es posible engañar a tu cuerpo para que active estos programas, de forma que, confuso, crea que si está gordo o sigue estándolo, te está por alguna razón protegiendo. En realidad, tu cuerpo actúa por tu bien. No trata de castigarte, ni tampoco te odia.
Cuando los programas FAT están activados, en tu cuerpo se producen ciertos cambios químicos y hormonales sutiles que garantizarán, prácticamente, que engordes y sigas gordo.
Esto es lo que sucede:
Los cambios químicos hacen que:                                                - Y el resultado es que:
Tengas más hambre y ansies tomar alimentos que engordan más. - Consumes más calorías.
Tu metabolismo vaya más lento y te, sientas cansado, aletargado, y te vuelvas sedentario.
                                                                                                         - Quemas menos calorías.
Tu cuerpo entre en un modo de almacenamiento de grasas perpetuo. Se vuelve muy eficaz
almacenando células grasas y no sale de ahí.                                 - Todo el exceso de calorías que consumes se almacena en tus grasas y se resiste a quemarlas.
 
...En estos momentos, esto es lo que te está pasando y la razón de que estés gordo. Por alguna razón, tu cuerpo ha sido víctima de un engaño para que active los programas FAT. Le podría pasar a cualquiera, y le pasaría a cualquiera en las mismas circunstancias. Así que, por favor, deja de lado cualquier culpa, frustración u otros sentimientos negativos que puedas tener por no poder perder peso. ¡No hay nada malo en ti! Lo que pasa es que tus programas FAT están en marcha, eso es todo. No eres más “débil” ni “menos disciplinado” que las personas delgadas. La única diferencia entre tú y los que son naturalmente delgados es que tus programas FAT están en marcha y los de ellos no. Sólo eso. Y a lo mejor, probablemente eres más fuerte y más disciplinado que las personas delgadas. Las personas naturalmente delgadas comen todo lo que quieren. ¿Qué disciplina hay en eso? Tú, por lo menos, haces un esfuerzo para controlarte. ¡Lo irónico de la situación es que todos tus esfuerzos para
controlarte, aunque bien intencionados, quizá no sólo exacerben el problema, sino que quizás incluso sean su causa!
Como seguro que debes de saber a estas alturas, esforzarse no sirve de nada. Si sirviera, no habrías tenido la necesidad de comprar este libro. Lo que funciona es conseguir que tu cuerpo quiera estar delgado. Cuando tu cuerpo quiere estar delgado, los programas FAT están desconectados, pierdes peso rápida y fácilmente y no lo aumentas de nuevo, y todo sin necesidad de esforzarte ni hacer dieta.

Comprender por qué tu cuerpo querría estar gordo
 
Esta es la única idea que necesitas extraer de todo este libro. Una vez que entiendas esto, todo lo demás se aclarará.

Tu cuerpo quiere estar gordo cuando decide que estargordo es la mejor manera de mantenerte a salvo.

Para el cuerpo, vida equivale a seguridad. Tu cuerpo no es tu enemigo y no quiere fastidiarte; sólo trata de protegerte. En realidad, tiene una lógica brillante, llena de sentido. Lo único que tienes que hacer es comprender la lógica de tu cuerpo y trabajar con él, en lugar de luchar contra él. Tienes que convencer a tu cuerpo, usando su lenguaje y su lógica, de que estar delgado es la mejor manera de protegerte.

Una vez que tu cuerpo comprenda que estar delgado es el mejor medio de protegerte, querrá estar delgado, y el peso desaparecerá.
 
... Veamos, ¿cómo te protegía el acopio y el almacenamiento de grasa contra esas antiguas amenazas a la supervivencia? Si vivieras en un entorno donde nunca hubiera suficiente comida y no supieras cuándo podrás comer de nuevo, tener grasa sobrante en tu cuerpo ayudaría a mantenerte con vida. Cuanta más grasa tuvieras en el cuerpo, más tiempo podrías sobrevivir. De la misma manera, si vivieras en un clima frío o durante un largo y crudo invierno, sin el beneficio de una casa y calefacción central, tener exceso de grasa también haría las veces de aislamiento. La grasa protege tus órganos vitales y tus extremidades del frío.
Así pues, en el caso de una hambruna y de un tiempo frío, tu cuerpo querría estar gordo porque, en estas condiciones, estar gordo puede mantenerte con vida. No obstante, estar gordo no siempre te mantiene a salvo. También te puede poner en peligro de que te coman. Si vivieras en un lugar donde hubiera muchos depredadores devoradores de hombres, la gordura ya no sería amiga tuya. La grasa se convertiría en tu enemiga, porque cuanto más gordo estás, más lento eres. Esto significa que si algo te
persigue, tienes menos probabilidades de escapar. En estas circunstancias, tu cuerpo querría estar delgado, porque es el mejor medio de seguir siendo rápido y, por lo tanto, seguir estando a salvo. En este caso, estar delgado podría salvarte la vida.
En todos estos ejemplos, tus posibilidades de supervivencia dependen en mucho de lo grueso o delgado que estés. La mayoría de entornos de nuestro pasado tenían alguna combinación de las tres grandes amenazas —morirse de hambre, de frío o que te coman— y a tu cuerpo le tocaba decidir el peso ideal que más protección te ofrecería en una situación dada. No querrías estar tan delgado que no pudieras sobrevivir hasta la siguiente comida, y no querrías estar tan gordo que no pudieras escapar si te atacaban.
... El problema es que las tensiones de la vida moderna emiten señales químicas en nuestro cuerpo y nuestro cerebro. A veces, esas señales químicas son exactamente las mismas que se producen cuando tenemos mucha hambre o mucho frío. Si esas señales químicas son las mismas que se producen cuando nos morimos de hambre o de frío, nuestro cuerpo se verá “engañado” para que piense que necesitamos engordar para estar a salvo, haciendo que active los programas FAT. Esto es lo que te está pasando a ti. Las tensiones y luchas de la vida moderna están engañando a tu cuerpo para que active tus programas FAT.
En cierto sentido, cuando tratas de forzarte a perder peso, mientras estos programas están en marcha, estás infringiendo las leyes naturales del cuerpo. Tu cuerpo está tratando de que engordes, y tú estás tratando de adelgazar. Para mí, esta es la definíción de una lucha; una lucha que tu cuerpo ganará siempre, debido al poder de este programa que lleva integrado.
El medio para perder peso es no esforzarse ni luchar contra tu cuerpo. El medio para perder peso es averiguar qué pone en marcha tus programas FAT y conseguir que tu cuerpo los desconecte.
 
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Ahora que conoces la razón de esa lucha interminable con las dietas, y la comida y la ropa, etc. no te sientes liberada???. La palabra de Dios dice: "La verdad te hará libre".
Quisiera recalcar que el autor de este libro no es cualquier persona que se le ocurrió escribir algo para ganar dinero sino que además de ser bioquímico y estudioso de mil cosas, él lo vivió en carne propia y es muy famoso en su país. El libro es un Best seller además. Este señor en su libro cuenta la historia de su gato Jessie, que era uno de esos gatos regordetes, holgazanes que con las justas se mueve. Siempre salía al patio del vecino donde había un perro atado. Un día el vecino decició soltar al perro y salió tras de Jessie hacia un bosque. Cuenta que llegó en la noche todo rasguñado y adolorido. A partir de ese día el gato empezó a adelgazar. Como es lógico, su dueño empezó a darle de comer más pero no subía ni un gramo. Este gato se convirtió en un gato nervudo, bien "agarradito". Qué paso desde el punto de vista de Jessie?

Problema: 

Perro grande y fiero.
Interpretación:

Si el perro grande y fiero me atrapa, me matará.

Reacción:


Corro para salvar la vida.

Adaptación:


Tengo que llegar a ser más delgado y rápido para que la próxima vez que este "hijo de su madre" intente cogerme, yo corra más que él y ME SALVE.
 
El autor cuenta:  "Yo sabía que no importaba cuánta comida le diera a Jessie, el animal no iba a aumentar de peso. De hecho, mientras su cuerpo supiera que la comida era ilimitada, no sentiría

ninguna necesidad de almacenar grasa. La tierra de abundancia y exceso en que vivía no hacía que su cuerpo quisiera estar más gordo. Así que decidí tomar medidas al respecto. Lo puse a dieta. Sí, eso es, lo puse a dieta, porque sabía por experiencia que la mejor manera de conseguir que el cuerpo quiera
engordar es ponerlo a dieta. En lugar de ofrecerle un bufet de cosas deliciosas, para que comiera todo lo que quisiera, empecé a alimentarlo frugalmente, sólo una vez al día, pese a todas sus protestas. Me aseguré de darle lo que necesitaba, pero sin ofrecerle ningún exceso. Lo hice durante un mes y, la última semana, sólo le di comida seca, algo a lo que, por cierto, no estaba acostum brado. Quizás opines que es algo cruel, pero esto es exactamente lo que nosotros nos hacemos todo el tiempo, cuando nos ponemos a dieta. Después de un mes de seguir este menú minimalista, volví a ofrecerle un bufet de todo lo que puedas comer”, con sus cosas favoritas y, claro está,  aumentó de peso.

Básicamente, yo había puesto en marcha su programa FAT. Este es el resultado de ponerse a dieta. Y esta es exactamente la razón de que las dietas no funcionen: engañan a tu cuerpo para que crea que vives en un tiempo de hambruna y hacen que quiera engordar."
 
El libro habla de unas razones: que siempre estés a dieta, tu cuerpo tenga hambre nutricional, toxinas, radiación, medicación, aditivos en los alimentos, amenazas mentales y emocionales (hambre mental, miedo a la escasez, obesidad emocional, convicciones disfuncionales (lo que creemos tiene un poder mucho mayor en nuestro cuerpo físico de lo que queremos admitir.
Entonces, así como yo estuve en este punto, ustedes se preguntarán qué hago?
Primero, es dejar de hacer dieta.
Segundo, nutrirás tu cuerpo. Hay que regresar a lo natural. Dejar lo artificial.
Tercero, eliminarás las causas mentales y emocionales de la obesidad.
 
Obviamente, el libro habla de cada una de las premisas con un capítulo cada una y yo las he resumido en un sólo párrafo y es por eso que recomiendo este libro en la parte científica. En la parte que habla de la obesidad emocional, aquellos factores que describe, están desviados con la teología de la nueva era (vidas pasadas por ej), pero si omites ésto y las demás premisas las traduces de acuerdo a lo que dice la Biblia, será 100% renovador.
 
Autor: Jon Gabriel: Pag web www.AdelgazarParaSiempre.com
 
Espero les ayude tanto como a nosotros!! Ah y no se olvide de dejar sus comentarios :)
 
 
 
 
 
 
 

 
 
 
 
 
 
 

Comentarios

  1. que lindo que lo compartas y que pueda ayudar a mucha gente como trato de hacer yo en cualquier momento :)a muchas personas que han estado sufriendo por tanto tiempo,pero ojo no es un milagro de la noche a la manana, es un dìa a dìa es ayudate que Dios te ayuda, pero funciona y eres LIBRE!

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  2. gracias a ti Malena :) Esperemos que esta informacion pueda llegar a la mayor cantidad de personas que viven sintiendose culpables cada vez que comen y que aprendan a vivir libres!!.

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